sábado, 29 de agosto de 2009

CAPÍTULO 2. DIARIO DE JAMES

Me llamo James y soy inglés de nacimiento, aunque también he muerto en Inglaterra ahora que lo pienso…
Pero dejadme que os sitúe un poco históricamente para que sepáis el porqué de mi actitud y de mis actos.
Nací en plena Guerra de los Cien Años (que había empezado en 1337), para ser más exactos nací en 1400 en el mismo año en el que Enrique IV ordenó la muerte de Ricardo y hasta 1408, tuvo que hacer frente a varias revueltas de los nobles, ejecutando a Tomás Percy, el conde de Worcester, y a Scrope el arzobispo de York.
El conde de Northumberland, Enrique Percy, terminó su revuelta asesinado en Bramhan Moor en ese mismo año, 1408.
Pero volvamos al año en el que nací como humano, en 1400 los rebeldes galeses proclamaron príncipe de Gales a Owain Glyn Dwr, que entre 1403 y 1405 arrasó varias ciudades fieles a Inglaterra, pero su marcha sobre Worcester fracasó y en 1407 los ingleses recuperaron los castillos perdidos y Owain huyó. En 1407, ingleses y franceses firmaron una nueva tregua.
Contaba yo 13 años cuando Enrique V, hijo de Enrique IV, confirmó sus derechos al trono francés y reactivó la guerra, no pude ir porque mi madre me necesitaba más que mi patria.
Pero estuve al tanto de todo, o casi todo. Sé que en 1415 obtuvo la victoria de Azincourt y en 1417 tomó Caen. En 1420 se firmó el Tratado de Troyes, por el que Enrique V de Inglaterra se casaba con Catalina de Valois hija del rey de Francia. Enrique era reconocido además heredero al trono francés. Enrique V murió en 1422, antes que el rey francés Carlos VI.
Y en esta fecha yo también moría a manos de una pequeña niña llamada Catalina.
Ella y su familia se habían mudado a mi misma calle hacía un par de años, nos parecían muy raros porque no se relacionaban con nadie. Yo intentaba que se sintieran como en casa llevándoles alimentos y ropa, pero siempre me los devolvían amablemente.
Una noche de la que volvía de trabajar del puerto oí unos pasos detrás de mí y al darme la vuelta no vi nada, pero al encaminarme de nuevo en mi ruta me encontré cara a cara con Catalina que me dio un susto de muerte.
-¿Qué haces aquí pequeña?
-Vengo a buscarte a ti, James.
-¡Catalina! No juegues con la comida.
Y tras decir esto aparecieron los padres y se abalanzaron sobre mí, sujetándome para que Catalina me mordiera. Sentía que me ardía la cabeza y luego no sentí nada más, sólo alivio.
Me desperté en una casa poco familiar y mareado, tenía al lado a alguien sujetándome la mano. Era Catalina, la pequeña que me había mordido.
-¿Qué tal te encuentras James?
-Bien. ¿Qué ha pasado?
-Que te has convertido en algo muy especial, en un ser que vivirá para siempre. Eres un vampiro, beberás sangre humana.
En ese momento aparecieron los padres de la pequeña y me explicaron lo que pasó con tranquilidad así que escuché como si fuera un niño que escucha a su madre contándole un cuento antes de irse a la cama.
Supe en ese momento que para mí lo que había conocido no sería igual, así pues desarrollé una forma de rastrear a mis victimas y cazarlas con mayor precisión que mis maestros.
Mientras que para el resto del país estuvo bajo la regencia de Juan duque de Bedford, hermano de Enrique V, los ingleses llegamos en 1429 hasta Orleans. Pero el 4 de Mayo, Santa Juana de Arco a la cabeza de los caballeros franceses levantó el asedio. Carlos VII fue coronado rey de Francia en Reims.
Un niño de pocos meses subió al trono inglés como Enrique VI, de 1422 a 1461 y de 1470 a 1471. Fue coronado rey de Francia en París, en Diciembre de 1431. En 1435 Borgoña se reconcilió con Francia. Los franceses tomaron París y en 1444 se firmó una tregua de cinco años.
Entre 1449 y 1453, Carlos VII atacó Normandía y Gascuña, y en 1450 aniquiló al ejército inglés en Fromigny. En 1453 tomó Burdeos, recuperando toda Francia salvo Calais, y rematando la Guerra de los Cien Años. Enrique VI era impresionable, manejable, educado y piadoso, pude conocerlo y por ello digo que no le interesaba el gobierno ni la caballería, su política exterior fue desastrosa y su generosidad y liberalidad quebraron la Hacienda.
Fue penoso para todo el país.
En 1450 se produjo la rebelión de Jack Cade, quien llegó a tomar Londres y ejecutó a varios cortesanos. Fue muerto tras ser apresado, ayudé a apresarlo y luego me cobré mi recompensa mordiéndole.
No pude terminarlo pero lo remataron poco después en la plaza.
Tras estos hechos yo abandoné a mis maestros, de hecho preferí matarlos a que luego volvieran corriendo con el rabo entre las piernas cuando necesiten ayuda.
Preparé primero el fuego para que no se me escapara ninguno de ellos, cuando llegaron a casa de la ópera les decapité, les desmembré y les quemé. Luego esparcí el fuego por toda la casa y las cenizas por la ventana antes de irme de allí. Quemé la parte que estaba más cerca del río y pudieron salvar más casas que las vidas de los tres raritos.
Unos años después me animé a participar en la guerra de las Dos Rosas, que eran el conjunto de conflictos intermitentes en la guerra civil que enfrentó a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York, pretendientes del trono de Inglaterra.
Si os digo la verdad trabajaba para el mejor postor, unas veces trabajaba para la casa de Lancaster otras para la casa de York. Siempre de mercenario.
Ambas familias reales tenían origen común en la Casa Real de Plantagenet, como descendientes del rey Eduardo III. El nombre «Guerra de las Dos Rosas» o «Guerra de las Rosas» no fue utilizado en su época, pero procede de los emblemas de ambas casas reales. Por un lado estaba la rosa roja de los Lancaster y por otro la rosa blanca de York, que fueron utilizadas como emblemas por los adherentes de cada una de las facciones.
Yo por mi parte no utilizaba ninguna de los emblemas porque no quería pertenecer a nadie, sólo me pertenecía a mí.
La guerra se dio principalmente entre los miembros de la aristocracia terrateniente y ejércitos de señores feudales. El apoyo a cada uno de los bandos dependió en gran medida de los matrimonios dinásticos entre la nobleza. Aunque les gustaba mucho los mercenarios que les hicieran el trabajo sucio cuando ellos no conseguían ningún matrimonio.
El patriarca de la casa de Lancaster, Juan de Gante tuvo como primer título el de Conde de Richmond, el mismo que detentaría Enrique VII al final de la guerra. El líder de la casa de York fue Edmund de Langley, que ostentaba el Señorío de Cambridge.
Más tarde, durante los reinados de los Tudor y de los Estuardo, Richmondshire y Cambridgeshire se transformarían en focos principales de recusantes y puritanos, respectivamente. Cabe destacar que la pelea entre las facciones se prolongó más allá de la época de Enrique, ya que los monarcas que le siguieron impulsaron la continuidad de los enfrentamientos.
La Guerra de las Dos Rosas provocó en gran medida la caída de los Plantagenet, ya que produjo un altísimo número de muertos entre la nobleza, en parte gracias a mí, además de generar gran descontento social que es lo que más me gustaba después de matar a gente.
Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo, el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles y el aumento de influencia por parte de los comerciantes, y el crecimiento y fortalecimiento de una monarquía centralizada bajo los Tudor. Esta guerra señala el fin de de la era feudal inglesa y el comienzo del renacimiento.
Me gustaba la idea de marcharme de las islas de una vez por todas pero no sabía a dónde así que me quedé un poco más.
Os puedo hablar un poco de la Reforma que se produjo de 1509 a 1603 iniciada por Enrique VIII que rompió los vínculos que le ataban al Vaticano. Con la ruptura, el monarca se instituyó como máxima autoridad de la Iglesia inglesa.
Esta ruptura se consolidó con su hijo y heredero del trono, Eduardo VI bajo cuyo reinado se dejó de exigir el celibato a los clérigos y se retiraron las imágenes de los templos religiosos. Algunas medidas de Eduardo VI provocaron multitud de conflictos entre el estado y muchas parroquias.
Me gustan los conflictos y sobre todo si tengo algo que ver, porque yo ayudé a quitar las imágenes de las iglesias.
Esa situación permitió a María I acceder al trono en 1554 restaurando de nuevo el catolicismo, lo que no me gustó mucho por ello maté a unos cuantos y le conté mentiras a los pretendientes de María I, que al morir sin descendencia en 1558 su hermana Isabel I convirtió Inglaterra definitivamente en un país de preponderancia protestante.
Después de que Isabel I decidí recorrer el resto de la isla participando en alguna que otra revolución que encontraba.
Los reyes de Inglaterra eran poderosos, pero no disponían de ejército regular y sus ingresos eran limitados. Trataron de encontrar fondos sin tener que depender del Parlamento. Inglaterra era un país claramente protestante y cualquier movimiento que pudiera interpretarse como un intento de restablecer el catolicismo era objeto de una violenta respuesta.
La incapacidad de Carlos I de dar respuesta a estos problemas originó la guerra civil.
Cuando Jacobo I subió al trono inglés, ya había sido rey de Escocia durante 36 años, y había aprendido a sobrevivir. Por un lado, era flexible y voluntarioso para llegar a acuerdos y por otro era rudo e indecoroso. Era bisexual y entre 1618-1628 su favorito, el duque de Buckingham fue el hombre más importante de Inglaterra tras el propio rey, incluso que yo.
Pero yo era el hombre entre las sombras del duque, ningún libro de historia me nombrará porque así lo quiso el duque. Ni siquiera el rey sabía de mis servicios.
Jacobo pretendió la coexistencia de todas las religiones, pero un grupo de católicos en la Conspiración de la Pólvora del 5 de Noviembre de 1605, atentaron contra el gobierno.
Por supuesto yo estaba entre ellos y ni siquiera los guardias pudieron pillarme a tiempo.
El resto del grupo fue ejecutado. En lo sucesivo, los católicos fueron considerados posibles traidores. Jacobo heredó una deuda que incrementó gastando mucho dinero con sus favoritos.
Terminó la guerra con España y mantuvo a Inglaterra al margen de la Guerra de los 30 Años. La corona apoyó la colonización del Ulster.
Los cargos en Irlanda exigían jurar la Ley de Supremacía lo que significaba la exclusión de los católicos. Me gustaba la idea por ello insistí en que se firmara.
De este modo, los ingleses se hicieron dueños del Parlamento irlandés. Los colonos fueron mayoría en el Ulster, mientras en el resto de Irlanda solo representaban una minoría combativa. Pero con Carlos I que era remilgado y retraído, pero buen padre y marido (lo que yo nunca podré ser), sin cualidades negociadoras.
El muy tonto se enfrentó a España en la Guerra de los 30 Años y fracasó en su ataque a Cádiz y en su intento de liberar a los hugonotes franceses.
En 1628 pidió dinero al Parlamento. Carlos fingió aceptar la petición, pero dejó de respetarla al cabo de poco tiempo, y disolvió el Parlamento en 1629.
Empezaron entonces los once años de gobierno absolutista en los cuales estuve al servicio del mejor postor matando a los que debían dinero a esa persona. En 1629, Carlos firmó la paz con Francia y en 1630 la paz con España. En 1637 estaba en la cumbre de su poder con el presupuesto equilibrado.
Sin embargo, su política religiosa disgustaba a sus súbditos: en su apoyo al anglicanismo frente al calvinismo, muchos veían una restauración del papado.
La verdad poco me gusta este hecho y me alisté otra vez al ejército.
En Escocia intentó imponerse a la Iglesia presbiteriana. En 1638 los escoceses formaron una Alianza Nacional y Carlos envió un ejército contra ella. Es el comienzo de las Guerras de los 3 reinos, una sucesión de conflictos interconectados que se sucederían en Escocia, Irlanda e Inglaterra hasta 1651, entre los que se incluyen la Guerra Civil Inglesa con sus tres fases.
Que si me hubiera mandado a mí tendría el problema solucionado en una noche y sin ayuda.
Al comienzo de las Guerras de los Obispos de 1639 a 1649, Carlos no consiguió formar un ejército con garantías y se vio obligado a firmar la paz en 1639.
En 1640 sufrió una derrota y los escoceses invadieron Inglaterra, venciendo en Newcastle y ocupando la zona nororiental del país, estuve presente ayudando a los escoceses.
En Noviembre de 1640, Carlos sin dinero, convocó al Parlamento que no se había de disolver en vida del monarca en lo que se conoce como Parlamento Largo. En 1641 se llegó a un acuerdo pacífico con los escoceses.
La primera sesión del Parlamento Largo duró hasta Agosto de 1641. Se abolieron las medidas financieras de la Corona establecidas en la década anterior y los tribunales de prerrogativa real.
Carlos aceptó, pero el Parlamento no le creyó. El Parlamento atacó entonces a los principales ministros: Strafford y Laúd que fueron ejecutados. E intentaron ir a por mí pero maté a un par de sus criados y me dejaron en paz.
El Parlamento aprobó la Ley Trienal, que obligaba a reunir el Parlamento cada tres años; su disolución solo se produciría por acuerdo de sus miembros. En Octubre de 1641 se produjo una nueva rebelión en Irlanda, por supuesto yo estaba presente.
Muchos protestantes fueron asesinados. Los católicos ingleses apoyaron a los irlandeses. La Confederación Católica con su propio Parlamento estuvo liderada por Owen Roe O’Neill y conmigo como arma especial.
El Parlamento temió que Carlos utilizase el ejército formado para sofocar la rebelión contra sus propios súbditos. La Gran Protesta exigió el nombramiento de ministros con la confianza del Parlamento, el permiso a las prácticas calvinistas y la supervisión por parte del Parlamento del ejército destinado a Irlanda. Carlos rechazó la solicitud, animado por el escaso margen de votos con el que había sido aprobada.
El 3 de Enero de 1642 Carlos envió al Fiscal General del Estado a la Cámara de los Lores para incoar proceso por alta traición a varios Comunes. El intento de arresto precipitó la guerra civil.
En Londres se produjeron manifestaciones y altercados públicos. En Mayo, el Parlamento asumió el poder de realizar nombramientos militares. En Julio, el Parlamento constituyó su propio ejército y en Agosto el rey formó el suyo en Mottingham.
Durante la guerra civil que dividió a las familias. Los estratos bajos reaccionaron con apatía y fue una guerra de asedios y escaramuzas y no de grandes batallas en las que podía participar.
El Parlamento contaba con ventaja a largo plazo al disponer de los recursos humanos y económicos de Londres y de la ayuda de 20.000 escoceses. Por ello procuraron agotar a los realistas, cuyo principal general fue el príncipe Ruperto, sobrino de Carlos.
El 25 de Octubre de 1642 tuvo lugar la inconclusa batalla de Edgehill, la primera que perdía en toda mi vida y no me gustaba nada perder. Carlos tuvo oportunidad de tomar Londres pero se retiró incomprensiblemente. En la primavera de 1643 los realistas disfrutaron de varias victorias, pero agotada la munición, Carlos retrocedió. El invierno trajo consigo un estancamiento.
Antes de su muerte a finales de 1643, el líder del Parlamento Pym, firmó la Solemne Liga y Alianza por la que los escoceses colaboraron con hombres a cambio de una reforma religiosa en Escocia acorde con los principios presbiterianos.
En Julio de 1644 tuvo lugar la mayor batalla de la guerra, con victoria de los parlamentaristas, quienes ocuparon después York y aseguraron el control del norte. Las disputas entre los generales parlamentaristas impidieron rematar entonces la guerra. En Septiembre los realistas tomaron Cornualles. Tras la batalla de Newbury los dos ejércitos quedaron exhaustos.
Por este entonces yo ya tenía 244 años, en los cuales participé en muchas batallas famosas y otras que no se escribieron en los libros de historia.
Me sentía algo solo por esta época pero lo paliaba participando en alguna conspiración de asesinato o alguna batalla para librar tensiones. Aunque la última vez que estuve en Escocia pude oler a una vampira e intenté seguirla pero se me escapó.
En 1644 y 1645 los católicos escoceses, ayudados por los irlandeses, consiguieron espectaculares victorias en Escocia, pero en septiembre de 1645 fueron aplastados por la Alianza.
Carlos se rindió a los escoceses en Mayo de 1646. Se negó a negociar en serio, mientras sus oponentes mantenían las diferencias entre sí. Se produjo una revuelta popular en contra de la violencia y la destrucción reinantes. El comercio se hundió y se padeció una depresión económica.
En 1646 se reformó la Iglesia de Inglaterra de acuerdo a los principios presbiterianos, según había acordado el Parlamento con los escoceses, pero el pueblo siguió practicando los ritos anglicanos que conocía.
El pueblo reclamó la reducción de impuestos y la desmovilización del Ejército, en el que fue penetrando un movimiento radical, que se opuso a la arbitrariedad del Parlamento y a los presbiterianos.
En Diciembre de 1646 la City de Londres solicitó al Parlamento la disolución del Ejército. En Febrero y Marzo de 1647 nos redujeron las atribuciones del Ejército, al mismo tiempo que seguía sin recibir nuestras pagas.
Cuando el Parlamento pretendió desmantelar la infantería, el Ejército tomamos la iniciativa. En Junio apresó a Carlos I, conmigo por ahí en medio.
Oliver Cromwell se erigió en líder de los militares. En Agosto de 1647, el Ejército presentamos al Rey un Catálogo de Propuestas, que fue rechazado. En noviembre de 1647, Carlos huyó. En diciembre firmó un compromiso con los escoceses, en el que aceptaba establecer el presbiterianismo en Inglaterra a cambio de ayuda militar. Entre Abril y Junio de 1648 se sucedieron las sublevaciones contra el Parlamento en Inglaterra, pero fueron controladas por el Ejército. Cromwell derrotó a los escoceses en julio e invadió Escocia.
Un pequeño grupo del ejército estaba convencido de la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Carlos I, pero el Parlamento era partidario de negociar. El golpe militar instigado por Cromwell, organizado por el general Henry Ireton y llevado a cabo por el coronel Thomas Pride purgó el Parlamento, de modo que solo quedaron algunos miembros, en lo que se conoció como Rump que nombró un Tribunal que acusó a Carlos de traidor y fue decapitado el 30 de Enero de 1649.
El Rump abolió la monarquía y eliminó la Cámara de los Lores, declarando a Inglaterra como Commonwealth. El país aceptó el cambio a regañadientes, muchos jueces dimitieron y el gobierno local se hizo imposible. Fairfax dimitió y el camino quedó expedito para Cromwell, que se convirtió en Capitán General del Ejército.
Los niveladores pretendieron el voto para todos los varones mayores de 21 años, la convocatoria anual del Parlamento, la eliminación del diezmo y la simplificación de la Ley. El líder del movimiento, John Lilburne atacó al Gobierno exigiéndole reformas radicales para la redistribución de la riqueza. Instó a los soldados a tomar el poder en nombre del pueblo. Fue arrestado pero resultó absuelto. Los diggers pretendió la propiedad común de los bienes. Desapareció toda forma de censura y los radicales se infiltraron en la religión y la política, ocasión que aprovecharon los milenaristas y las sectas. Algunos grupos pedían la abolición de los diezmos y la participación de las mujeres en la predicación y gobierno de la Iglesia, no me gustaba nada eso pero había que dejarlas hablar.
En 1647 George Fox constituyó la Sociedad de Amigos, cuyos miembros fueron conocidos como cuáqueros. Su doctrina se basaba en la conciencia individual y estaban implicados en el radicalismo político. Otra secta, los ranters, creían que quienes recibían la Gracia divina no podían cometer errores ni tenían que observar las leyes humanas. Para eso estaba yo que me pagaban.
La rebelión irlandesa no estaba completamente aplastada y el Rump decidió recobrar el control de Irlanda y vengar la muerte de protestantes. Cromwell atacó en Drogheda a un ejército realista y en Wexford a católicos. La brutalidad de la represión provocó que los irlandeses defendieran encarnizadamente su territorio.
En 1652 se llegó a un acuerdo por el que los terratenientes irlandeses fueron sustituidos por protestantes, salvo en la provincia de Connacht. Muchos irlandeses fueron muertos o exiliados e Irlanda fue declarada parte de la Commonwealth.
En 1650 Cromwell atacó Escocia, que hubo coronado Carlos II y tras la victoria de Dunbar, muchos escoceses fueron asesinados y hechos prisioneros. Cromwell ocupó Edimburgo y Glasgow. En 1651 Cromwell y Lambert derrotaron a los restos del ejército realista en Worcester. Todo lo que pudo arrancarse de Escocia fue trasladado a Inglaterra. La unión efectiva con Escocia se realizó en 1654. Se construyeron o repararon 77 grandes barcos y se constituyó una flota permanente.
En 1651, se aprobó la Ley de Navegación para cortar el comercio holandés con Norteamérica. Estalló entonces la Primera Guerra Anglo Holandesa de 1652 a 1654 que me perdí por ir de caza por el resto de Europa.
Tras mi viaje por todo el continente europeo volví a Inglaterra que se había convertido en una nación algo rara con el paso de los años. Llegué en el protectorado de Cromwell que decidió otorgar la autoridad suprema a una asamblea de 140 hombres fieles. La mayoría eran moderados, con una minoría de radicales. Tras cinco meses de altercados, los moderados devolvieron el poder a Cromwell.
El ejército tomó el mando, pero Cromwell se negó a presidir el gobierno y encargó a Lambert una nueva constitución. El Instrumento de Gobierno de 1653 instituyó un Gobierno compuesto por el Lord Protector el Parlamento y el Consejo. Cromwell rechazó el título de rey.
El Instrumento garantizó la libertad de culto a todos menos a los católicos y los episcopalianos, aunque dejaron de ser perseguidos oficialmente e incluso los judíos fueron readmitidos. El poder del Protector estaba sometido a numerosas restricciones que el propio Cromwell aprobaba. En el Consejo siempre hubo mayoría de civiles. El tamaño del Ejército fue reduciéndose progresivamente. En las elecciones, los presbiterianos consiguieron muchos escaños y la situación se hizo inviable. El sistema legal y gobiernos locales no se alteraron prácticamente y se defendió el orden social vigente.
Finalizada la guerra contra Holanda, Cromwell atacó las colonias de España en el Caribe. Inglaterra se hizo con Jamaica, pero las bajas fueron grandes y el intento se consideró un gran fracaso. Yo no pude ir porque de aquella me encontré con otros vampiros que me advirtieron que si quería seguir siendo un asesino a sueldo bien pagado y no uno que lo persiguen que no fuera a luchar a las guerras del Caribe.
Luego me enteré que muchos de los vampiros con los que me había cruzado en el continente fueron a esas guerras y les mataron porque les eran sospechosos sus rostros iluminados por diamantes.
Cromwell gobernó de manera arbitraria, encarcelando a gente sin juicio previo. Tras fracasar en el intento de que financiara la guerra contra España, disolvió el Parlamento. Su salud se deterioró rápidamente y nombró sucesor a su hijo Ricardo; murió el 3 de Septiembre de 1658.
Me encantaba la República pero entre Septiembre de 1658 y Diciembre de 1659, el caos político y económico se adueñó del país, mientras los grupos políticos eran incapaces de alcanzar un acuerdo.
En el invierno de 1659 -1660, todos fueron convenciéndose de que la restauración de la monarquía era el único modo de conseguir la estabilidad. Richard Cromwell era incapaz de sostener el gobierno. El Parlamento despojó al ejército de poder político en abril de 1659. Richard disolvió el Parlamento. El general Monk entró en negociaciones con el príncipe Carlos. En 1660, la República se desmoronó.
Luego vino el reinado de Carlos II que era encantador, amante del placer, inteligente e indolente. Mostró un enorme valor y construyó un régimen de amplia base. Repartió el poder entre los diferentes partidos. Exiliado en Holanda, firmó la Declaración de Breda.
Se concedía una amnistía general. El Parlamento se encargaría del problema de la expropiación de tierras, lo que implicaba para los realistas la esperanza de su recuperación. Los independientes podían confiar en una tolerancia religiosa. Por todo ello, el recibimiento de Carlos II en Londres fue multitudinario.
Mediante la Ley de Amnistía y Olvido, el Parlamento amnistió a todos, salvo a los que había firmado la sentencia de muerte de Carlos I. La cabeza de Cromwell fue expuesta durante 25 años en un mástil delante del Parlamento. Once personas fueron ejecutadas públicamente. El Ejército fue desmantelado, tras pagarle lo que se le debía. Los lores de la Cámara y los obispos volvieron a sus puestos, incluyendo el episcopado escocés. Las tierras de la Iglesia y de la Corona fueron devueltas. Pese a las intenciones de tolerancia del rey, el Parlamento restauró la supremacía anglicana.
En 1661 la Ley de Corporación estableció la desposesión de los funcionarios no anglicanos. Esta Ley continuó vigente hasta 1828. La Ley de Unifomidad de 1662 exigió que los clérigos fueran ordenados por obispos y que en los servicios religiosos se utilizase solo el Devocionario. La Ley de los Conventículos de 1664 prohibió los servicios religiosos que no fuesen anglicanos. La Ley de la Cinco Millas de 1665 prohibió que los clérigos disidentes vivieran en un radio de cinco millas de las ciudades.
Los ingleses pugnaron con los holandeses por la preponderancia comercial. Desde 1663 las colonias inglesas solo podían importar bienes europeos desde Inglaterra y en barcos ingleses. En 1664 los ingleses tomaron Nueva Ámsterdam denominándola Nueva York. En 1665 Jacobo, duque de York y hermano de Carlos, derrotó a la escuadra holandesa en Lowestoft. En Junio de 1666 la Batalla de los Cuatro Días supuso enormes pérdidas para ingleses y holandeses. En ese mismo año Londres se vio atacado por la peste, que se llevó a 56.000 personas, más las que me llevé yo y que pensaron que era la peste casi dejo sin población a Londres.
Tras la peste siguió el gran incendio de Londres y la Corona se vio en la bancarrota, Carlos II comenzó las negociaciones de paz con los holandeses en Mayo de 1667 y reunió la flota en Chatham.
Por este entonces hice que me tiraran de la borda del Royal Charles porque dije que había traicionado a todos los que estaban allí por una puta y una botella de ron.
Lo hice para deshacerme del ejército de una vez por todas. Ya estaba harto del ejército y sus quejas, prefiero más ser mercenario e ir a cazar a humanos por mi cuenta.
El almirante holandés De Ruyter aprovechó la ocasión: incendió tres buques y capturó el Royal Charles, buque insignia. La guerra concluyó con el Tratado de Breda, e Inglaterra se hizo de forma definitiva con Nueva York y Nueva Jersey, territorios sin importancia en aquel entonces.
Cuando Luis XIV invadió los territorios españoles en los Países Bajos, Inglaterra se alió con los holandeses. Pero Carlos y Luis firmaron el Tratado de Dover.
Carlos recibía un subsidio anual mientras durara la guerra y se hacía con parte del imperio holandés. En las cláusulas secretas, Carlos II se comprometió a permitir el catolicismo. En efecto, Carlos declaró la guerra a los holandeses y firmó la Declaración de Indulgencia que permitía los ritos católicos en privado.
En Marzo de 1672 el Parlamento obligó a Carlos a cancelar la Declaración y aprobó la Ley de Prueba, por la que todos los que ocupaban un puesto oficial debían comulgar de acuerdo con la Iglesia de Inglaterra y negar la transubstanciación. El Parlamento se negó a conceder más dinero para la guerra y Carlos firmó la paz con los holandeses en 1674.
En 1678 se produjo un supuesto complot papista: 35 inocentes fueron ejecutados. El Parlamento quiso excluir de la sucesión al duque de York, católico, y Carlos lo disolvió. La Cámara de los Comunes del siguiente Parlamento aprobó un proyecto de Ley en el mismo sentido, que fue rechazado por la Cámara de los Lores. El Parlamento quedó nuevamente disuelto. Los exclusionistas se llamaron más tarde whigs y los que se oponían a la exclusión tories. Carlos no convocó el Parlamento entre 1681-1685. Tras el frustrado complot de la Casa de Rye, que pretendió el asesinato de Carlos y Jacobo, fueron ejecutados algunos de sus oponentes. Carlos II se convirtió al catolicismo en el lecho de muerte.
En el reinado de Jacobo II, que no tuvo problemas para acceder al trono y tras prometer gobernar respetando la legislación y manteniendo la independencia de la Iglesia de Inglaterra.
Era católico celoso y procuró que los católicos romanos pudiesen celebrar su liturgia abiertamente y que pudiesen participar en la vida política. Su hija María, de religión protestante y casada con el calvinista holandés Guillermo de Orange, era la heredera. En Junio de 1685 el duque de Monmouth invadió Inglaterra desde Holanda. Convenció a los artesanos del oeste del país, donde la industria textil estaba deprimida. Reunió un ejército de 3.000 soldados inexpertos, e intentó un ataque por sorpresa sobre Sedgemoor.
Tras la derrota, fue ejecutado. Esta fue la última rebelión popular en Inglaterra, famosa por la sangrienta represión. Fueron condenados a muerte 300 rebeldes y muchos más fueron deportados.
Jacobo pretendió suprimir la Ley de Prueba, pero el Parlamento no lo admitió. Entonces, recurrió a su prerrogativa para eximir a algunos individuos de las leyes penales.
Sustituyó la mitad de los jueces y a 250 jueces de paz por católicos, integró a cuatro católicos en su Consejo Privado y nombró oficiales católicos en el ejército. En Irlanda aplicó la misma política. Mientras tanto, llegaban a Inglaterra protestantes perseguidos en Francia.
En Abril de 1688, Jacobo promulgó la Declaración de Indulgencia, por la que se suprimieron las leyes penales contra los católicos y los disidentes. En mayo obligó a la lectura de la Declaración en las iglesias. El arzobispo Sancroft y seis obispos se negaron a ello y fueron juzgados, siendo absueltos por el jurado.
El 10 de Junio, la reina María dio a luz a Jacobo Francisco Estuardo, abriendo así la posibilidad de una sucesión católica. Líderes protestantes escribieron a Guillermo de Orange ofreciéndole su apoyo si invadía Inglaterra. Jacobo se trasladó a Salisbury donde enloqueció.
John Churchill y el duque de Grafton se pasaron a las fuerzas de Guillermo. Jacobo huyó a Francia. Todos los whigs y la mayoría de los tories apoyaron la concesión del trono a Guillermo y María.
En 1706 se preparó un proyecto de ley inglés de Unión para Escocia. En teoría, Escocia podría rechazar la propuesta. Me encontraba una noche en una taberna cerca de la frontera con Escocia y uno hombre decía:
-Sin embargo… ¿Realmente es una verdadera opción?
-Quizás la rechacen los escoceses y se arriesguen a tener que aceptar una oferta mucho menos generosa.
Había un debate feroz en ambos lados de la frontera sobre los pros y los contras de la unión. Sin embargo, el parlamento escocés acabó estando de acuerdo.
Al año siguiente, en 1707, Inglaterra y Escocia fueron unificadas como el Reino de Gran Bretaña. Este acto suprimió Inglaterra y Escocia como reinos separados, creando un reino que comparte un Parlamento con sede en Westminster conforme a la Ley de Unión de 1707.
La reina Ana se convirtió en la primera Reina británica. Sin embargo, ciertas instituciones escocesas e inglesas no se fusionaron en el sistema británico: las leyes permanecieron separadas, como ocurrió con la moneda y las iglesias, presbiteriana escocesa por un lado y la anglicana por otro.
De lo que nunca me acordaré es cuándo me hice el tatuaje en la cadera izquierda, pienso que me lo hizo la familia que me convirtió en lo que soy. Hicieron bien en ponerme el nombre de “Godspeed”, porque soy la rapidez de Dios a todos aquellos a los que me propongo matar.
No sé cómo pude aguantar tanto tiempo en las islas sin volverme loco pero después de todo este tiempo me voy a las colonias británicas para explorarlas un poco. Así que cogí en el primer barco nocturno que partía hacia las colonias, me coleé en la bodega de carga y no sé cuánto tiempo estuvimos navegando hasta llegar a tierras de las colonias pero en cuanto llegué me las recorrí enteras.
Después de unos años en las colonias británicas me fui a las españolas y portuguesas a ver cómo eran. Me topé con un olor que me gustó…
Era de una vampira, otra de mi especie por ahí investigando como yo pensé. Así que me puse a seguirla pero descubrí que la perseguían también los humanos por robos y asesinatos, me gustó más.
Cuando pude alcanzarla entré en el territorio de otras vampiras que casi no salgo con vida porque eran gigantescas, me recordaban a las amazonas. Pero volví a recuperar el olor de la vampira por la que arriesgué mi vida.
Estaba esperándome apoyada a la sombra de un gran árbol y me dijo:
-Hola.
Me desarmó con su sonrisa y su cara felina, le contesté con un gesto con la cabeza y ella prosiguió:
-Al parecer no quieres hablar. Me llamo Victoria y con las que te acabas de encontrar son las vampiras amazonas, no sé sus nombres ni me importan la verdad.
-Me llamo James. ¿Cómo lograste que no te echasen de su territorio?
-Iba perseguida por hombres y ya sabía que ellas irían a por ellos. Y además tengo un don de saber cuando estoy en peligro y poder escapar antes de que se me venga encima.
-¿Quieres unirte a mí? Haríamos una buena pareja, con tú don y con el mío seríamos imparables.
-No está mal la idea, pero… ¿Cuál es tú don?
-Soy el mejor cazador que te hayas encontrado y por lo que he podido ver te gusta el riesgo tanto como a mí.
Aceptó sin más contemplaciones y nos pasamos el resto del tiempo recorriendo todos los parajes de toda América, evitando el territorio de las amazonas. Aunque nos gustase el riesgo nos gustaba más nuestra vida y aún más ahora que estábamos juntos.
No nos separamos en siglos hasta que pasamos cerca de un sanatorio mental y olí una sangre muy deliciosa pero también a un vampiro y eso día le dije a Victoria, no me arrepiento de habérselo dicho:
-Victoria. ¿Qué tal si nos separamos por unos años?
-¿Para probar si podemos uno sin el otro?
-Exacto.
En ese momento nos separamos y yo me quedé observando al vampiro que estaba en ese sanatorio mental. Descubrí que era médico y que se había encariñado con una paciente llamada Alice. Al parecer veía visiones, haría 100 años la habrían quemado viva en la hoguera.
Pero cuando descubrió que iba detrás de su amiguita la raptó del lugar, nunca sabré la obsesión que tienen otros vampiros por los humanos son mero alimento.
Pero prosigamos con la historia…
La liberó de la única forma que conocía, mordiéndola. Me supongo que esa chica no notó ningún dolor por el electrochoque que le administraban casi a diario.
El viejo la convirtió en un nuevo y poderoso vampiro, yo no tenía ningún aliciente para tocarla así que en venganza maté al viejo vampiro. Esto sucedía en 1918.
Dos años estuve vagando por los estados que se habían formado a partir de las 13 colonias británicas, pero en 1920 nos volvimos a encontrar Victoria y yo, y no venía sola…
Se llamaba Laurent y era un vampiro muy apuesto, me pareció que por la forma de caminar detrás de Victoria que cuando lo transformaron en vampiro era esclavo y aún siente respeto por los blancos. Olí en sus venas una sangre que me era muy familiar pero no caía en la cuenta.
Ya éramos los suficientes como para que no nos matasen cuando menos nos lo esperásemos proseguimos nuestro camino sangriento. En 1924 le pregunté a Laurent:
-¿Dónde está tu creador?
Creo que le incomodé al preguntarle esto, lo deduje por su respuesta sin ganas de que supiera más.
-Mi creador murió poco después de que me mordiese, mi pueblo lo mató. ¿Y tú creador?
-Mi creadora tuvo el mismo destino que tu creador, pero en vez de matarlo mi pueblo fui yo. Y junto a ella murieron sus padres.
No sé porque le conté eso a Laurent, ni siquiera lo sabía Victoria, que en ese momento estaba buscando ropa. ¡Ay mi pequeña ladrona!
A mediados de los años 30 nosotros seguíamos con nuestro negocio de matar a gente, sobre todo para la mafia pero nos cansamos de ellos así que nos independizamos y nos recorrimos el mundo.
Lo que nos fastidió más fue la llegada de la 2ª Guerra Mundial, porque ninguno quería luchar. Teníamos diversos motivos pero creo que todos coincidíamos en que estábamos cansados de luchas ajenas queríamos una lucha que fuese nuestra.
Pero había algo bueno en todo esto. Había campos de concentración en los Estado Unidos que alojaron a unas 120.000 personas, en su mayor parte de etnia japonesa (más de la mitad de las cuales eran ciudadanos estadounidenses) en establecimientos diseñados a ese efecto en el interior del país, durante 1942 y 1948. Estaban bien porque Laurent, Victoria y yo entrábamos allí a buscar presas, siempre creían que éramos los guardias.
Laurent me contó sus historias de guerra con Estados Unidos y por eso estaba cansado de luchar por un país que no le dio nada a cambio cuando quiso cambiarlo, aunque de todo eso saco algo que era vampiro.
Estados Unidos participó en la 2ª Guerra Mundial, esta vez no quise participar aunque sí que estuve por allí cerca con Laurent y Victoria, en la guerra del Vietnam donde finalmente Estados Unidos fue derrotado. Esta guerra es considerada como el hecho más triste de la historia del país.
Pero los hechos que pasaron a continuación todos lo sabéis de memoria, la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín que estuvimos allí Laurent, Victoria y yo, y muchos hechos históricos importantes.
Todos sabéis la historia de Bella y Edward, los odio por intentar que no consiga mi premio final. Voy a añadir que ya nos íbamos cuando les oímos jugar así que tuvimos la primera discusión desde que llevábamos juntos. Yo decidió por mí y por Victoria:
-Vamos a ver quiénes son.
-¿Por qué? Déjales que se diviertan como humanos, si al fin y al cabo no querrán que estemos por aquí.
-Vamos amigo Laurent por unas razones que te voy a dar. La primera, siento curiosidad por ellos; y la segunda porque yo soy más antiguo que tú y eres parte de mí grupo.
-De acuerdo James. Te pido sólo una cosa.
-Dime tu petición sin miedo.
-Déjame hablar a mí, tengo un poco más de tacto que tú tratando con este tipo de vampiros.
Accedí a su petición y fuimos a ver a los otros vampiros. Como dije eran curiosos, porque tenían los ojos dorados en vez de rojos como los teníamos nosotros. Lo que ninguno supuso era lo que pasaría después de hablar con ellos, que olería a una humana. ¡Qué olor tan delicioso!
Y eso fue el detonante de toda la persecución, y porque no comprenderé nunca a los vampiros que tienen a humanos como mascotas. Como ya sabéis bien, conseguí que Bella cayera en mi trampa a base de mentiras y la pude atrapar en un sitio que elegí yo.
Bueno espero tener éxito y volver a escribir pronto este diario. Si no lo hago es que estoy muerto…




NOTA: Soy Victoria, James fue asesinado por Edward que conocerá el dolor de perder a alguien muy querido. Antes de morir y despedirse de mí James me dijo:
-Te quiero mi pequeña ladrona. Si no salgo con vida de esto prométeme que me vengarás como se te ocurra y como puedas.
-Vas a sobrevivir, pero aún así te lo prometo.
Y lo que le he prometido lo voy a cumplir, ya veré cómo y cuándo pero lo haré.

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